La división política en EE.UU. agrava problemas de salud, sugiere estudio reciente en Nature Medicine
MadridDesacuerdos políticos afectan la salud en EE.UU.
Las diferencias políticas en Estados Unidos impactan no solo en elecciones y legislación, sino también en la salud de los ciudadanos. Un estudio reciente en Nature Medicine revela que estas discrepancias dificultan la implementación de programas de salud y generan desconfianza hacia el asesoramiento médico, lo que empeora los resultados de salud. La investigación, que revisó más de 100 estudios, destaca los efectos negativos del creciente antagonismo político durante los últimos 40 años. A medida que estas discrepancias se intensifican, la confianza de los estadounidenses en los expertos médicos disminuye, haciéndolos más propensos a creer información falsa y menos proclives a seguir prácticas saludables.
La división política influye en las decisiones de salud y en la esperanza de vida de las personas. Algunos estados implementan políticas que favorecen una mejor salud, como brindar un amplio acceso a Medicaid, ofrecer apoyo económico y aplicar leyes estrictas sobre armas. Los habitantes de estos estados tienden a vivir más tiempo. Por otro lado, los estados con políticas más conservadoras presentan una expectativa de vida menor. Estas diferencias en políticas de salud pública generan variaciones en el bienestar económico y sanitario, visibles en las distintas reacciones al Affordable Care Act según las creencias políticas de las personas.
Los líderes políticos tienen una gran influencia en el comportamiento de las personas respecto a su salud, y a menudo vinculan las acciones de salud con la identidad partidaria. Esto puede contradecir los consejos médicos y provocar respuestas divididas ante problemas de salud como el COVID-19. En países como Canadá, los mensajes sólidos de salud pública ayudaron a reducir los efectos de la polarización en los resultados de salud. Sin embargo, en los EE. UU., la respuesta a la pandemia varió significativamente según las líneas políticas.
Los autores proponen diferentes maneras de abordar estos problemas.
- Resaltar identidades compartidas para cerrar la brecha entre los funcionarios de salud pública y diversas comunidades.
- Promocionar el cumplimiento de las normas de salud para motivar a más personas a seguirlas.
- Involucrar a líderes comunitarios confiables de diferentes ámbitos para difundir mensajes de salud.
- Combatir la desinformación utilizando métodos sistemáticos de verificación de hechos.
Estas acciones buscan reconstruir la confianza, esencial en nuestra sociedad dividida. Es fundamental que líderes influyentes compartan información de salud veraz. Los grupos de salud pública deben interactuar activamente con la gente y escuchar sus inquietudes. Este enfoque puede ayudar a reducir los conflictos. El análisis muestra que la conexión entre la división política y los problemas de salud es significativa, pero manejable. Se fomenta la colaboración entre expertos en salud y científicos sociales para encontrar soluciones efectivas.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1038/s41591-024-03307-wy su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Jay J Van Bavel, Shana Kushner Gadarian, Eric Knowles, Kai Ruggeri. Political polarization and health. Nature Medicine, 2024; DOI: 10.1038/s41591-024-03307-w20 de noviembre de 2024 · 21:32
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