Descubriendo los beneficios cardiovasculares del consumo moderado de vino: ¿realidad o ficción?
MadridUn estudio realizado por la Universidad de Barcelona y otras instituciones reveló que el consumo de vino en cantidades pequeñas a moderadas podría reducir el riesgo de problemas cardíacos. Esta investigación forma parte del proyecto PREDIMED y destaca los posibles beneficios para la salud del corazón a partir del consumo moderado de vino, utilizando el ácido tartárico como indicador de la ingesta de vino.
Investigadores analizaron a 1,232 personas y descubrieron que consumir diariamente entre medio vaso y un vaso completo de vino podría reducir considerablemente el riesgo de problemas cardíacos.
El consumo ligero de vino (de un vaso a la semana a menos de medio vaso al día) disminuye el riesgo cardiovascular en un 38%. Un consumo moderado (de medio vaso a un vaso al día) puede reducir el riesgo hasta en un 50%. Sin embargo, el efecto protector disminuye cuando se supera una copa al día. Es importante mencionar que el vino siempre se consume con las comidas, no entre ellas.
Aunque los resultados son alentadores, es difícil demostrar una causa directa debido a que el estudio fue observacional. Para confirmar estos hallazgos, los investigadores necesitan realizar estudios de intervención aleatorizados que son costosos y requieren mucho tiempo. Este tipo de investigación permitiría controlar mejor las variables y ofrecería una visión más clara de cómo el vino afecta la salud del corazón.
Descubrir cómo el vino puede proteger la salud podría hacer que sus beneficios sean más creíbles. El vino contiene sustancias como el resveratrol y otros compuestos vegetales que podrían reducir la inflamación, lo cual es beneficioso para la salud del corazón. Investigar estos compuestos podría explicar cómo ayudan a prevenir enfermedades cardíacas.
Considerar las diferencias entre las personas y sus estilos de vida es fundamental. La dieta mediterránea, reconocida como una de las más saludables del mundo, se centra en el equilibrio y la diversidad, con un poco de vino incluido. Quienes siguen este régimen suelen tener hábitos positivos para la salud del corazón, lo que podría influir en los resultados de algunos estudios.
No se debe generalizar los resultados del estudio a personas fuera de la región mediterránea, ya que el estilo de vida, la genética y la dieta varían en otros lugares y pueden influir en cómo el vino afecta al organismo. A medida que surjan más investigaciones, nuestra comprensión sobre el consumo moderado de vino y la salud cardíaca seguirá evolucionando. Estos resultados son un buen punto de partida para discutir la inclusión de un consumo moderado de vino en un plan de dieta equilibrado.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1093/eurheartj/ehae804y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Inés Domínguez-López, Rosa M Lamuela-Raventós, Cristina Razquin, Camila Arancibia-Riveros, Polina Galkina, Jordi Salas-Salvadó, Ángel M Alonso-Gómez, Montserrat Fitó, Miquel Fiol, José Lapetra, Enrique Gómez-Gracia, José V Sorlí, Miguel Ruiz-Canela, Olga Castañer, Liming Liang, Lluis Serra-Majem, Frank B Hu, Emilio Ros, Miguel Ángel Martínez-González, Ramon Estruch. Urinary tartaric acid as a biomarker of wine consumption and cardiovascular risk: the PREDIMED trial. European Heart Journal, 2024; DOI: 10.1093/eurheartj/ehae804Compartir este artículo