Asesino, mártir y diplomacia: el canje EE.UU.-Rusia al descubierto

MadridEl reciente intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia fue complejo y arriesgado. Para rescatar a quienes se consideraban inocentes, Estados Unidos tuvo que liberar a prisioneros considerados culpables. Esto explica cómo se llevó a cabo el acuerdo y quiénes participaron.

Funcionarios estadounidenses sabían que Vadim Krasikov, un asesino ruso, era crucial en cualquier acuerdo relacionado con Paul Whelan y Evan Gershkovich. Rusia insistía en la liberación de Krasikov, quien había sido condenado por tribunales alemanes en 2021 por el asesinato de un ciudadano georgiano, un crimen ordenado por los servicios secretos rusos. El presidente Vladimir Putin calificó a Krasikov como un "patriota."

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que Krasikov era muy importante. Estados Unidos ya había liberado a criminales graves, como señores de la droga talibanes y al traficante de armas Viktor Bout. Sin embargo, Alemania tenía a Krasikov y no quería dejarlo ir. Hubo conversaciones secretas con ministros de relaciones exteriores europeos, pero Alemania no cambió de opinión hasta que surgió una nueva posibilidad de intercambio: Alexei Navalny.

Navalny era un político opositor muy conocido en Rusia. Cumplía una condena de 19 años por cargos de extremismo que él consideraba políticamente motivados. Navalny tenía fuertes vínculos con Alemania, donde había recibido tratamiento médico tras ser envenenado. Había iniciativas para negociar un trato que involucrara a Navalny y Krasikov para liberar a Gershkovich y Whelan, lo que cumpliría una demanda clave de Rusia. Sin embargo, Navalny falleció inesperadamente en una colonia penal en el Ártico, causando un gran revés para los funcionarios estadounidenses.

Lea también:

Hoy · 5:28

Rusia intercambia misiles por soldados norcoreanos, advierte Corea del Sur

Puntos clave del acuerdo:

• Importancia de Vadim Krasikov
• Papel de Alexei Navalny
• Resistencia de Alemania
• Inclusión de otros prisioneros políticos

Durante las negociaciones, la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva fue detenida bajo cargos cuestionables. El acuerdo final también incluyó a Vladimir Kara-Murza, un crítico del Kremlin condenado a 25 años por traición, acusaciones que muchos consideran políticamente motivadas.

El intercambio de prisioneros resalta las negociaciones secretas y serias entre EE.UU. y Rusia. Personas influyentes de ambos lados fueron utilizadas para cerrar acuerdos. La muerte de Navalny complicó la situación y demostró lo impredecible que pueden ser estos intercambios. La decisión de Alemania de participar fue crucial para que el canje se llevara a cabo.

Esta historia muestra hasta dónde están dispuestos a llegar los países para repatriar a sus ciudadanos, incluso si eso implica liberar a los considerados culpables. Las negociaciones revelan la complejidad y el secreto de estos acuerdos y destacan cómo los objetivos políticos influyen en estas acciones.