Un estudio urge reformar la política de cannabis: enfoque en salud y reducción de daños.
MadridInvestigadores de la Universidad de Buffalo indican que las políticas actuales sobre el cannabis en EE. UU. deben modificarse urgentemente. Proponen adoptar estrategias que prioricen la reducción de daños y la promoción de la salud. Actualmente, las leyes se centran en evitar el uso de cannabis y en criminalizarlo, pero estos enfoques no brindan a los estadounidenses la asistencia necesaria para un consumo seguro. Muchas personas utilizan cannabis por motivos de salud sin recibir el asesoramiento adecuado, lo que puede ser peligroso. Los investigadores aconsejan implementar el modelo ecológico social de salud pública para desarrollar mejores políticas.
El estudio destaca los principales problemas de la normativa actual sobre el cannabis.
- Regulaciones fragmentadas en diferentes estados
- Falta de información confiable sobre los productos de cannabis y sus efectos
- El cannabis sigue clasificado como sustancia de la Lista I, lo que limita la investigación y genera conceptos erróneos
Unificar las normativas sobre el cannabis a nivel nacional podría facilitar la educación al público y reducir los riesgos asociados con su uso. Es esencial informar a todos acerca de las dosis recomendadas, sus efectos y los peligros potenciales. El informe destaca problemas como los efectos retardados al consumir cannabis en comestibles, lo que puede llevar a un consumo excesivo y causar reacciones adversas como ansiedad y paranoia.
El uso del cannabis es más complejo que el del alcohol o el tabaco. Esta planta contiene numerosos compuestos que producen efectos variados. Para comprender el cannabis, es esencial investigar cada compuesto de forma individual, lo cual requiere una investigación científica detallada.
Las normas actuales dificultan el acceso a información confiable sobre el cannabis. Muchos usuarios reciben consejos de manera informal o no informan a sus médicos sobre su consumo, lo que provoca malentendidos. Ofrecer educación clara en salud pública podría disminuir riesgos y maximizar beneficios.
Se está considerando la posibilidad de reclasificar el cannabis como una droga de Schedule III. Esto facilitaría la realización de investigaciones y podría fomentar políticas basadas en pruebas sólidas. Dichas políticas tendrían un impacto significativo en distintos niveles de la sociedad y el gobierno.
Para mejorar las políticas sobre el cannabis, es fundamental basarse en la investigación científica. El sector de la salud pública debe apoyar este cambio para tener un mejor control sobre el uso del cannabis. Los estudios y ensayos clínicos nos permitirán entender cómo se utiliza el cannabis, sus beneficios y sus riesgos, asegurando que las políticas realmente favorezcan la salud pública.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.2105/AJPH.2024.307742y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Daniel J. Kruger, Carlton CB Bone, Jessica S. Kruger. A Social-Ecological Model for Understanding Cannabis Risks and Promoting Harm Reduction. American Journal of Public Health, 2024; 114 (S8): S628 DOI: 10.2105/AJPH.2024.307742Compartir este artículo