Éxodo masivo revela aumento del temor en estado mexicano disputado
MadridLeonel Jiménez, un maestro, se ocultó con su madre y su hermano de 12 años durante tres días. Llamaron al 911 todos los días, pero siempre les decían que «la ayuda estaba en camino». Ahora, tres semanas después, se alojan en un pueblo cercano, con demasiado miedo para volver a casa.
Tila, un pueblo en Chiapas, enfrenta problemas sociales persistentes debido a conflictos entre agricultores indígenas, grupos armados y corrupción política. Recientemente, el crimen organizado ha intentado tomar el control de rutas de tráfico de drogas, armas y personas.
Puntos clave:
- El crimen organizado está aprovechando los conflictos locales.
- Residentes aseguran que ambos bandos del conflicto buscan armas.
- Desplazados solicitan un puesto militar permanente en Tila.
En Tila, la mayoría de las puertas y ventanas están cerradas con llave, soldados y policías vigilan las entradas del pueblo, y los residentes que se fueron solo regresan brevemente para recoger sus pertenencias.
En 1994, los campesinos apoyaron el levantamiento zapatista que exigía mayores derechos para los pueblos indígenas. Tras alcanzar acuerdos de paz, algunos habitantes respaldaron a grupos paramilitares que el gobierno utilizaba para controlar a los guerrilleros.
Algunos habitantes del pueblo dicen que los agricultores trajeron cárteles a Tila. Creen que los agricultores colaboran con el cártel Nueva Generación de Jalisco. Sin embargo, los agricultores niegan cualquier vínculo con el cártel.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el conflicto era un problema local. En mayo, los habitantes de Tila le solicitaron ayuda porque la situación empeoraba. Claudia Sheinbaum también recibió quejas sobre la inacción del gobierno durante su gira como presidenta electa.
La Iglesia Católica busca mediar entre los grupos en conflicto. El Rev. Alejandro Ornelas del Santuario Señor de Tila considera que ambos bandos están vinculados al crimen organizado. Afirma que el grupo armado de los agricultores, "Autonomos," y el grupo respaldado por los habitantes del pueblo, "Karma," están intentando conseguir armas.
Los cárteles podrían desear controlar esta zona ya que conecta la frontera sur con el Golfo de México, ofreciendo una ruta crucial para el contrabando.
Elisabeth Vázquez, propietaria de una tienda de abarrotes, ha notado cambios en su vecindario. Comenta que hay tiroteos, los horarios escolares son impredecibles y personas desconocidas están andando en motocicletas por la zona.
La violencia del 4 de junio hizo que las amenazas en línea parecieran más reales, lo que desató un pánico generalizado. En las redes sociales se difundieron amenazas de muerte, violaciones a mujeres y reclutamiento forzado, todo atribuido a un grupo llamado "Autonomos." Los agricultores negaron su participación y aseguraron que se trataba de desinformación.
Mensajes alertaron que Tila sería incendiada. Grabaciones de audio mencionaron armas poderosas y la participación del cartel de Jalisco Nueva Generación en los enfrentamientos. Se compartió una foto de una familia asesinada. Las autoridades confirmaron la muerte de un hombre y un niño, además de 17 casas quemadas y 21 vehículos destruidos.
Tres días después del ataque, llegaron 500 soldados, lo que llevó a muchos residentes a abandonar el lugar. Eduardo Pérez, un maestro, se fue con su familia. Miguel Ángel Lugo, empleado del Instituto Nacional Electoral, también se fue debido a amenazas.
Las autoridades están teniendo dificultades para convencer a la gente de que es seguro regresar. Los que se fueron quieren una base militar permanente para su seguridad, pero los agricultores desconfían de los soldados.
Dora María Hernández, ingeniera de profesión, vivió cerca de Yajalón más de dos semanas después de escapar. Su hija está muy asustada y cuenta que sueña con hombres armados.
Un mecánico de motos dijo que no tiene un hogar al que regresar porque fue incendiado. Temiendo ser reconocido, habló sin revelar su identidad y mencionó que si los cárteles hubieran llegado, habrían protegido el pueblo.
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