Validar el dolor infantil: clave para la resiliencia

MadridEl dolor es una experiencia común para todos, y la manera en que lo enfrentamos puede influir en nuestra vida futura. Un estudio de la Universidad de Australia del Sur destaca la importancia de reconocer cuando los niños sienten dolor. Hacer esto no solo alivia su malestar actual, sino que también les enseña a gestionar el dolor a medida que crecen. Este enfoque puede tener un impacto positivo duradero en cómo los niños manejan el dolor en el futuro.

Reconocer el dolor de un niño implica aceptar que sus sentimientos y vivencias son auténticos y significativos. Este enfoque presenta varias ventajas:

• Crear un vínculo de confianza entre el niño y el cuidador
• Promover la regulación emocional
• Favorecer una actitud positiva hacia el manejo del dolor
• Disminuir la probabilidad de experiencias negativas con el dolor en el futuro

Reconocer el dolor de un niño tiene beneficios importantes. Cuando los niños se sienten comprendidos, están más dispuestos a pedir ayuda cuando la necesitan. Esto puede llevar a una mejor adherencia a los consejos médicos y los tratamientos. Los niños que crecen con este tipo de apoyo son menos propensos a desarrollar dolores persistentes relacionados con problemas emocionales. Enseñando habilidades de afrontamiento adecuadas, la sociedad puede ayudar a reducir los costos a largo plazo del dolor crónico y mejorar la salud mental.

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Cuando los niños sienten dolor y nadie lo reconoce, pueden empezar a dudar de sus propios sentimientos. Esto puede dificultarles manejar sus emociones y llevarles a evitar ir al médico en el futuro. Sin embargo, si sus emociones son validadas, aprenden a controlarlas mejor. Esto es especialmente crucial ahora, ya que un número creciente de niños experimenta dolor crónico.

Reconocer el dolor de un niño es clave para ayudarlos a fortalecerse. Además, garantiza un trato equitativo, ya que los niños de minorías a menudo enfrentan dificultades para recibir el cuidado adecuado del dolor. Abordar esto desde temprano puede influir en cómo enfrentan el dolor a lo largo de sus vidas. Es esencial que los proveedores de salud y los padres comprendan lo fundamental que es esta acción compasiva para criar niños y adultos más saludables.

Al aplicar estas técnicas con mayor frecuencia, la sociedad puede satisfacer tanto las necesidades emocionales inmediatas de los niños como mejorar su salud a largo plazo. Los investigadores recomiendan modificar este enfoque, instando a los padres y doctores a ser más comprensivos y compasivos. Esto ayuda a que los niños gestionen el dolor mejor y de manera más responsable a medida que crecen.