Trump aviva temores infundados sobre elecciones de 2024 en EE. UU.

MadridTrump planea desafiar los resultados de las elecciones de 2024 al difundir información falsa sobre la legitimidad del proceso electoral. Está haciendo declaraciones frecuentes sobre fraude electoral, similares a las de 2020. Su campaña actual repite estos argumentos para cuestionar la validez de cualquier resultado que no le sea favorable.

Las afirmaciones de Trump se centran en tres puntos principales:

• Participación de no ciudadanos en las votaciones
• Votos de ciudadanos en el extranjero
• Advertencias preocupantes sobre líderes demócratas

Sus afirmaciones carecen de pruebas. La idea de que muchos no ciudadanos están votando ha sido desmentida en numerosas ocasiones. Convertirse en ciudadano estadounidense es un proceso largo y complicado, por lo que no es probable. Los casos de votación por parte de no ciudadanos son raros, a menudo accidentales, y no indican un fraude generalizado.

Las afirmaciones de Trump sobre la manipulación de los votos del extranjero ignoran que él mismo ha intentado ganar el apoyo de los estadounidenses que viven fuera del país. El proceso de votación desde el extranjero está diseñado para ser claro y seguro. Estos votos son una parte legítima de las elecciones y son cruciales para los miembros del ejército y sus familias que se encuentran fuera de los Estados Unidos.

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Trump ha puesto en duda a la vicepresidenta Kamala Harris, insinuando que ella podría conocer los resultados electorales de antemano. No hay pruebas sólidas para sustentar esta afirmación. Esto forma parte de un esfuerzo más amplio por generar desconfianza en el proceso electoral. Al insinuar que un competidor podría tener una ventaja injusta, Trump anima a sus seguidores a cuestionar la imparcialidad de las elecciones.

Los planes del ex presidente para desafiar las elecciones podrían tener efectos significativos. El Comité Nacional Republicano ya está ejecutando un plan detallado llamado "integridad electoral." Están capacitando a muchos voluntarios para supervisar los lugares de votación. Este esfuerzo organizado podría generar más controles y disputas durante el proceso electoral, lo que podría influir en la participación de votantes y en su confianza en el sistema electoral.

El plan de Trump es mantener a sus seguidores activos e involucrados. Al cuestionar los resultados electorales sin pruebas, sugiere que si pierde, sería por un proceso defectuoso. Esto podría dividir más a los votantes y dificultar la transición de poder en EE. UU., que es un pilar fundamental de su democracia.