Nuevas técnicas revolucionan los injertos óseos en laboratorio

MadridCada año se realizan aproximadamente 2.2 millones de cirugías de injertos óseos en todo el mundo. Los métodos tradicionales, como usar el propio hueso del paciente, pueden tener desventajas importantes. Estas incluyen la necesidad de más cirugías, tiempos de recuperación más largos y el riesgo de complicaciones. Investigadores de la Escuela de Odontología de la Universidad de Michigan han desarrollado una nueva opción que podría transformar la manera en que se realizan estos procedimientos.

El nuevo método consiste en crear estructuras óseas que imitan el colágeno. Estas estructuras facilitan la conexión celular, mejorando la capacidad del cuerpo para sanar y generar nuevo hueso. Aspectos importantes de esta técnica son:

• Copolímeros con péptidos integrados en las estructuras
• Capacidad mejorada de regeneración, logrando hasta ocho veces más formación ósea
• Materiales biodegradables que eliminan complicaciones a largo plazo
• Evita el uso de células exógenas, reduciendo los riesgos de respuesta inmunitaria

Este nuevo enfoque podría tener ventajas sobre las opciones existentes como el tejido de donantes o de animales, que pueden presentar riesgos de infección y ser difíciles de conseguir. El equipo de investigación está utilizando una nueva combinación de materiales biodegradables y proteínas para mejorar la cicatrización ósea mediante el uso de las propias células del paciente.

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El equipo está logrando avances que van más allá de simples actualizaciones técnicas. Estos progresos tienen efectos logísticos y económicos significativos. En Estados Unidos, los procedimientos de injerto óseo cuestan alrededor de 5 mil millones de dólares anuales. Al hacer que los materiales de regeneración ósea sean más fiables y eficientes, los proveedores de salud podrían reducir costos y hacer estos tratamientos más accesibles para los pacientes.

El proyecto integra biotecnología y ciencia de materiales, utilizando materiales biodegradables que facilitan la regeneración de estructuras óseas complejas en el cuerpo. Al descomponerse de forma natural, estos materiales no provocan problemas a largo plazo, estableciendo un nuevo estándar de seguridad y eficacia médica.

Esta investigación podría tener un impacto significativo. Podría no solo ser útil en tratamientos dentales y faciales, sino también en diversas condiciones relacionadas con los huesos. La nueva tecnología podría mejorar los procedimientos de trasplante óseo, resultando en mejores resultados para los pacientes y transformando prácticas médicas a nivel mundial. Este método está a la vanguardia de nuevas formas para regenerar huesos y tejidos, y podría beneficiar a millones que necesitan estos procedimientos cada año.