La tercera tormenta de noviembre, Sara, desafía la temporada de huracanes.
MadridSara es la tercera tormenta con nombre en noviembre, lo que indica que la temporada de huracanes aún no ha terminado. La temporada de huracanes en el Atlántico normalmente se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre y la actividad de tormentas tiende a disminuir en noviembre. Esta disminución ocurre porque el océano se enfría y hay más vientos que dificultan la formación de tormentas. Sin embargo, la aparición de Sara a finales de la temporada demuestra que las condiciones aún pueden favorecer el desarrollo de tormentas.
Noviembre suele experimentar una tormenta tropical cada año o cada dos años, y los huracanes son aún más infrecuentes, ocurriendo aproximadamente una vez cada dos años. Sin embargo, este noviembre se formaron tres tormentas, incluida una llamada Sara, lo que sugiere posibles cambios en los patrones climáticos habituales.
Condiciones necesarias para la formación de huracanes
Para que se formen los huracanes, se requieren ciertas condiciones. Primero, el agua del océano debe estar cálida, con una temperatura mínima de 26 grados Celsius (79 grados Fahrenheit). Segundo, los vientos en la atmósfera superior deben estar calmados para permitir el desarrollo de las tormentas. Finalmente, el aire sobre el océano necesita ser húmedo para favorecer el crecimiento de las tormentas.
Huracanes en noviembre: escasos pero poderosos
Aunque los huracanes en noviembre son posibles, no es habitual que sean muy intensos. Desde 1851, solo 12 huracanes importantes con vientos superiores a 110 mph han ocurrido en este mes. Por ejemplo, el Huracán Nicole en 2022 fue el primer huracán de gran magnitud en golpear Florida en noviembre desde 1985. Esto demuestra que, aunque son raros, huracanes fuertes en noviembre han sucedido anteriormente.
Cambio climático: ¿Más huracanes o más intensos?
El cambio climático está generando preocupaciones sobre sus efectos en los huracanes. Los científicos coinciden en que el aumento de la temperatura en los océanos podría extender la duración de la temporada de huracanes. No obstante, hay distintas opiniones sobre si el cambio climático provocará un mayor número de huracanes o simplemente los hará más potentes. Las observaciones indican que las temperaturas de la superficie del mar, en lugares como el Golfo de México y el Caribe, permanecen cálidas por más tiempo durante el año, lo que podría dar lugar a la formación de tormentas en meses poco habituales.
Recientemente, se ha observado un aumento de tormentas fuera de la temporada habitual de huracanes, aunque los patrones de viento siguen siendo cruciales. Las investigaciones futuras deberían analizar cómo estos factores interactúan y si afectarán el inicio y fin de las temporadas de huracanes. Con el cambio climático, puede que la atención se centre más en la intensidad y frecuencia de las tormentas en lugar de solo en su momento de ocurrencia.
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