La resistencia sigilosa: el contrabando genético del arroz salvaje en el sureste de EE. UU.

MadridArroz rojo en el sureste de Estados Unidos ha adquirido resistencia a herbicidas de arroz cultivado cercano, lo que dificulta su manejo por parte de los agricultores. Esta resistencia complica el control del arroz rojo, impactando la agricultura en regiones clave como Arkansas, Misuri y Luisiana. Un estudio de la Universidad de Washington en St. Louis indica que el problema es notable, con más de la mitad de las muestras de arroz rojo recolectadas en 2022 resistiendo herbicidas comunes.

El arroz silvestre es difícil de identificar porque su apariencia es muy similar al arroz común, lo que complica su eliminación. Compite con las plantas de arroz por recursos vitales como el agua, los nutrientes y el espacio, lo que a menudo lleva a cosechas reducidas. Los agricultores inicialmente emplearon variedades de arroz resistentes a herbicidas como Clearfield para combatir el arroz silvestre, pero las malas hierbas se han adaptado adquiriendo características de resistencia de estos cultivos.

Buscando nuevas estrategias para combatir el arroz salvaje debido a su creciente resistencia a los herbicidas, los agricultores enfrentan retos. Algunas causas principales de esta resistencia son:

• El creciente uso de variedades de arroz resistentes a herbicidas, coincidiendo con la adopción de arroz híbrido que dispersa semillas más extensamente.
• La capacidad del arroz salvaje para cruzarse con el arroz cultivado, adquiriendo resistencia genética.
• La similitud física del arroz salvaje con el arroz cultivado, lo que complica su detección y eliminación.

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El arroz salvaje se ha vuelto más difícil de controlar debido a su resistencia a los herbicidas. Este problema provoca grandes pérdidas económicas para los agricultores, costando alrededor de $45 millones anuales en EE. UU., y tiene un impacto aún mayor a nivel mundial.

Los agricultores necesitan nuevas estrategias para enfrentar el persistente problema del arroz salvaje. El desarrollo de nuevas variedades de arroz, como Provisia y Max-Ace, que pueden resistir distintos herbicidas, ofrece esperanzas. Sin embargo, depender de una sola técnica es arriesgado. Es crucial variar y utilizar diferentes métodos de manejo para controlar el arroz salvaje. Apoyar la investigación en otros métodos de control de malezas, como la mejora de la rotación de cultivos y la identificación de marcadores genéticos, será fundamental para reducir el impacto del arroz salvaje en la agricultura.

En la agricultura, algunas plagas están desarrollando resistencia a los métodos de control actuales, lo que implica que estos dejan de ser efectivos. Una estrategia que combine soluciones rápidas con planes para un uso a largo plazo podría ser más efectiva.