Nueva ley sobre muerte asistida desata debate ético en Inglaterra
MadridUn nuevo proyecto de ley propone que las personas mayores de 18 años en Inglaterra y Gales que tengan una enfermedad terminal con una expectativa de vida de seis meses puedan solicitar asistencia para poner fin a su vida. Esta propuesta ha iniciado un debate complejo sobre la ética y las decisiones personales, abarcando numerosos aspectos emocionales y legales. Aquí se presentan los puntos principales del proyecto.
Condiciones y Procedimientos para la Muerte Asistida
Para ser elegibles, los pacientes deben tener más de 18 años y un pronóstico de vida no mayor a seis meses. Además, deben demostrar capacidad mental para tomar decisiones sobre el final de su vida. Se requieren dos declaraciones de intención distintas. La elegibilidad debe ser verificada por dos médicos independientes y un juez del Tribunal Superior. Existen penas de hasta 14 años de prisión por coaccionar a una persona a optar por la muerte asistida. Finalmente, los pacientes deben administrar por sí mismos la medicación para terminar con su vida.
El proyecto de ley busca unificar las normas sobre el suicidio asistido en Inglaterra y Gales. Actualmente, ayudar a alguien a poner fin a su vida es mayormente ilegal, lo que genera complicaciones para personas gravemente enfermas que desean morir de manera pacífica. Algunas personas temen que esta ley pueda ser mal utilizada, cuestionan la ética del suicidio asistido y les preocupa el estrés que podría imponer sobre médicos y enfermeras.
El proyecto de ley plantea desafíos para las prácticas actuales de atención médica. Los médicos podrían enfrentarse a decisiones complicadas cuando un paciente hace una solicitud, ya que deben asegurarse de que las decisiones se tomen de manera libre y con pleno entendimiento. Ningún médico estará obligado a participar, lo cual podría afectar cómo se aplica la ley en la práctica.
Las legislaciones varían alrededor del mundo. En Suiza, las personas que no residen allí pueden optar legalmente por terminar con sus vidas. Por otro lado, las normativas en Estados Unidos y Canadá son distintas. En Inglaterra y Gales, el debate sobre este tema evidencia que los derechos al final de la vida y el acceso a la atención médica no son iguales en todas partes. Además, resalta que hay quienes no tienen los medios económicos para viajar a lugares donde estos servicios están disponibles.
Una propuesta está siendo debatida en un momento en que más personas hablan sobre la muerte asistida, con muchos deseando tener la opción de morir con dignidad. El debate no solo se centra en legalizarlo, sino también en las cuestiones morales que implica. Aún quedan dudas sobre los efectos en la sociedad, la cultura y la religión si la muerte asistida se legaliza. Si el proyecto de ley avanza en el Parlamento, podría cambiar nuestra percepción sobre la elección personal y el cuidado de personas con enfermedades terminales. El proceso legislativo examinará detenidamente estos asuntos, lo cual podría retrasar su implementación durante varios años.
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