El futuro de Sri Lanka: elección presidencial tras crisis económica

MadridSri Lanka se prepara para su primera elección presidencial desde una grave crisis económica. Esta elección es crucial ya que determinará al líder que dirigirá la recuperación del país. Tres candidatos principales están en la contienda, cada uno con su propio plan para el futuro.

• Ranil Wickremesinghe: Actual Presidente y ex Primer Ministro en seis ocasiones, considerado parte de la vieja guardia.
• Anura Kumara Dissanayake: Líder de una coalición marxista que está ganando popularidad entre los votantes jóvenes.
• Sajith Premadasa: Exdiputado de Wickremesinghe, promete bienestar social y la devolución de poderes a los tamiles.

Wickremesinghe enfrenta grandes retos, ya que la población lo vincula con los líderes políticos a quienes se culpa de la crisis económica. Aunque está a cargo, algunos aspectos clave de la economía han mejorado. La inflación ha caído significativamente y las reservas extranjeras del país han aumentado, con un pronóstico de crecimiento económico del 2% en 2024. Sin embargo, estas mejoras no han hecho que la vida sea más fácil para la gente común. Muchos sri lankeses siguen lidiando con altos costos de vida y creen que el acuerdo con el FMI necesita ser revisado para aliviar sus dificultades.

Anura Kumara Dissanayake está ganando apoyo debido al descontento de la gente con los políticos actuales. Se opone a la corrupción y promete mejores condiciones económicas y ayuda para los trabajadores. Sus ideas atraen especialmente a los jóvenes y a quienes protestaron en 2022. A diferencia de otros candidatos, Dissanayake no está vinculado con gobiernos anteriores, lo que lo hace diferente.

Sajith Premadasa propone una alternativa con promesas que equilibran mantener el programa del FMI y realizar cambios para reducir su impacto en los pobres. Además, se compromete a otorgar más poder a la minoría tamil, lo que le ha ganado mucho apoyo de grupos políticos tamiles. Este respaldo es crucial, ya que los tamiles representan aproximadamente el 11% de la población.

Namal Rajapaksa se postula para un cargo público, representando a su polémica familia. Su campaña revelará si su familia, conocida por sus problemas, todavía tiene poder. Namal planea reducir los impuestos y atribuye los problemas económicos principalmente a la pandemia de COVID-19, en lugar de a errores financieros del pasado.

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El sistema de votación es complicado. Los votantes eligen tres candidatos en orden de preferencia. Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos iniciales, se cuentan las segundas y terceras opciones, lo que puede cambiar al ganador.

La economía es el eje central de estas elecciones. Aunque las políticas de Wickremesinghe han mejorado ciertos indicadores económicos, muchas personas en Sri Lanka aún enfrentan altos impuestos y costos de vida. Sus opositores suelen hablar de cambiar los términos con el FMI, lo cual atrae el deseo del público de obtener alivio financiero.

Sin encuestas fiables, el resultado de la carrera es incierto. Parece que Dissanayake está ganando apoyo, pero la campaña de última hora podría intensificar la competencia. El periodista Veeragathy Thanabalasingham mencionó que las predicciones iniciales mostraban una carrera reñida entre Premadasa y Dissanayake, pero las campañas electorales pueden ser impredecibles.

Sri Lanka cuenta con un sólido sistema presidencial ejecutivo, lo que hace que esta elección sea crucial. El presidente que resulte electo tendrá mucho poder sobre el estado, el gobierno, el gabinete y las fuerzas armadas, impactando significativamente el futuro del país, especialmente en estos tiempos difíciles.