Recuperación lenta: desafíos de Lake Charles tras los huracanes de 2020

MadridEl impacto prolongado de los huracanes Laura y Delta

El Huracán Laura azotó Lake Charles, Louisiana, en agosto de 2020. Poco después, el Huracán Delta siguió una ruta similar y ocasionó más daños. En conjunto, estas tormentas causaron cerca de $22 mil millones en daños, principalmente en Louisiana. Hasta 2023, muchas personas aún enfrentan dificultades para retomar su vida normal. La recuperación de la ciudad ha sido lenta y ardua debido al empeoramiento de la situación por estos desastres.

En Lake Charles:

• Los propietarios aún están esperando ayuda financiera
• Continúan las disputas legales con las compañías de seguros
• La escasez de viviendas deja a muchos sin hogar

Residentes se sienten frustrados por la lentitud de los fondos federales y el complicado proceso para obtener dinero del seguro. En 2022, el Congreso asignó $1,000 millones al programa Louisiana Restore, y muchos propietarios pensaron que la ayuda llegaría rápidamente. Pero solo el 60% de los solicitantes pudieron avanzar, y muchos fueron rechazados por razones como papeleo incompleto o haber recibido ayuda anteriormente.

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Problemas con aseguradoras complican la recuperación en Lake Charles

Las dificultades con los seguros en Lake Charles dificultan la recuperación. Algunas compañías subestimaron los daños o no pagaron las reclamaciones completamente. La gran cantidad de reclamaciones provocó que algunas aseguradoras se declararan en bancarrota o abandonaran el estado, lo cual aumentó las primas. Los residentes a menudo no pueden permitirse demandar y aceptan menos dinero del necesario para las reparaciones.

La vivienda asequible está en crisis. Muchos barrios y complejos de apartamentos han desaparecido. Las unidades de vivienda pública y las opciones de vivienda de la Sección 8 son en su mayoría inhabitables. Esta escasez ha obligado a muchas personas a abandonar la ciudad, lo que ha provocado una disminución de la población. La Autoridad de Vivienda de Lake Charles está intentando solucionar el problema con nuevos desarrollos, pero enfrentan constantes retrasos.

Los residentes afrontan un trauma continuo y ansiedad ante la amenaza de nuevas tormentas, lo cual ha dejado efectos psicológicos duraderos. Los esfuerzos de reconstrucción han incluido diseños de viviendas más resistentes, pero el miedo a futuras tormentas persiste. Estos desafíos prácticos y emocionales han prolongado la recuperación, poniendo a prueba la resistencia de los habitantes de Lake Charles.