De elogiar el hackeo a victimizarse: el cambio de Trump

MadridEn los últimos años, la política ha cambiado mucho. Durante las elecciones de 2016, Trump y sus seguidores celebraron la divulgación de correos electrónicos hackeados de funcionarios demócratas y la apoyaron abiertamente. Sin embargo, ahora que se les acusa de ser víctimas de hackeos, han cambiado su perspectiva.

El viernes, Microsoft informó que hackers iraníes intentaron atacar a un funcionario de una campaña presidencial. No se dieron muchos detalles y el gobierno de EE.UU. no ha confirmado ninguna brecha de seguridad. El sábado, la campaña de Trump declaró haber sido hackeada pero no compartió información específica. Hicieron esta afirmación después de que Politico fuera contactado por alguien ofreciendo documentos internos de la campaña de Trump. Irán negó cualquier implicación y el FBI está investigando el incidente.

En 2016, unos hackers rusos accedieron a las cuentas de correo del partido Demócrata y del jefe de campaña de Hillary Clinton. Trump pidió públicamente a Rusia que encontrara los correos electrónicos de Clinton y se mostró complacido con las filtraciones divulgadas por Wikileaks. Muchos creen que la gran cantidad de noticias y la atención pública sobre estas filtraciones influyeron en los resultados de las elecciones.

Puntos clave del pasado y presente:

• 2016: Trump incentivó a Rusia a buscar los correos electrónicos de Clinton.
• 2016: Wikileaks publicó documentos del Partido Demócrata, afectando las elecciones.
• 2023: Trump afirma que su campaña fue hackeada por iraníes.
• El FBI está investigando las actuales denuncias de hackeo.
• La postura de Trump en 2016 contrasta con su reacción actual.

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Kathleen Hall Jamieson, una profesora de la Universidad de Pensilvania, afirmó que la cobertura mediática en 2016 favoreció a Trump. Ahora, los medios enfrentan críticas por su manejo de la información hackeada.

Nick Merrill, portavoz de la campaña de Clinton en 2016, destacó que Trump está siendo hipócrita. Mencionó que el equipo de Trump enfrenta una situación similar a la del equipo de Clinton. Merrill no precisó si los materiales hackeados deben publicarse ahora, pero indicó que ya existe un precedente a seguir.

Esta situación evidencia un gran cambio en la estrategia política. Antes, Trump se mostraba entusiasta con la información hackeada, pero ahora se presenta como una víctima. Esto demuestra una falta de coherencia en sus acciones políticas, guiadas más por la conveniencia que por principios.

Los efectos secundarios también son significativos. Se pone de relieve la necesidad de establecer normas éticas en el periodismo. La manera en que los medios manejan datos hackeados puede tener grandes repercusiones. Asimismo, influye en la confianza del público hacia los sistemas políticos y en la conciencia sobre la ciberseguridad. Esta situación demuestra que las opiniones políticas pueden cambiar según el contexto y la conveniencia.