La vida diaria sigue en Israel y Líbano pese a la amenaza de guerra

MadridA pesar del aumento de tensiones y el riesgo de guerra, las personas en Israel y Líbano continúan con sus actividades diarias. En Nahariya, Israel, Shauli Jan mencionó que la atmósfera es "tensa," pero las sirenas de ataque aéreo no han impedido que la gente vaya a la playa. De manera similar, en Beirut, Líbano, las calles siguen llenas de actividad, incluso en zonas como Dahiyeh, importantes para Hezbolá, a pesar de los recientes bombardeos.

En ambas áreas, la gente sigue con su vida cotidiana a pesar de la amenaza constante. Las playas están concurridas, los campamentos de verano siguen funcionando y las tiendas de comestibles están bien abastecidas. El ejército de Israel no ha emitido nuevas directrices para los civiles, lo que indica que la vida continúa con normalidad incluso mientras aumenta la preparación militar.

• Las playas están llenas de gente.
• Los campamentos de verano siguen según lo previsto.
• Las tiendas de comestibles siguen bien abastecidas.

El contralmirante Daniel Hagari del ejército de Israel afirmó que la política defensiva del Comando del Frente Interior sigue igual. Tranquilizó a los ciudadanos asegurando que las fuerzas militares están bien preparadas en el aire, en el mar y en tierra.

La comunidad internacional está muy preocupada. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Canadá han aconsejado a sus ciudadanos abandonar la zona o actuar con extrema precaución. Como consecuencia, muchas personas se apresuran a los aeropuertos para regresar a casa, y las aerolíneas están cancelando vuelos. Roy Steinmetz, portavoz de la Autoridad Aeroportuaria de Israel, comentó que ahora hay menos pasajeros.

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La falta de órdenes de evacuación o directrices especiales refleja la naturaleza impredecible de la situación. Esto sugiere que tanto Israel como el Líbano tratan de mantener la normalidad. Podría ser una estrategia para evitar el pánico y demostrar que están preparados y fuertes. En esta región frecuentemente inestable, estos momentos de calma son una experiencia habitual para sus habitantes.

Las redes sociales en ambos países tienen reacciones mixtas. Algunas personas están asustadas y ansiosas, mientras que otras publican fotos en playas o cafés, mostrando una vida normal. Las personas mayores, como Khalil Nassar, de 75 años, en Dahiyeh, son fuertes. Nassar, sosteniendo banderas en señal de apoyo, prometió quedarse en su vecindario, mostrando la fortaleza de la comunidad.

El problema principal aún no se ha resuelto. Las advertencias de viaje y los aeropuertos congestionados muestran una realidad diferente a la vida cotidiana normal en Israel y Líbano. Mientras los gobiernos y las fuerzas militares se preparan para cualquier emergencia, los residentes intentan continuar con sus rutinas diarias en medio de la tensión.