El viaje silencioso del cáncer: cómo la hipoxia impulsa su adaptación y propagación
MadridInvestigadores del Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins han descubierto una importante conexión entre las áreas de bajo oxígeno, conocidas como hipoxia, en los tumores y la propagación del cáncer. Identificaron 16 genes específicos que permiten a las células de cáncer de mama sobrevivir, especialmente después de abandonar estas zonas con poco oxígeno. Esta investigación ofrece nuevos objetivos potenciales para terapias que eviten la recurrencia del cáncer y proporciona una mejor comprensión de cómo el cáncer se adapta.
Los tumores a menudo presentan zonas con poco oxígeno, lo cual no es solo un problema pasajero, sino una dificultad prolongada que influye en el comportamiento de las células cancerosas. Estas áreas con bajo oxígeno hacen que las células cambien y se fortalezcan, incitándolas a desplazarse hacia zonas con mayor oxígeno, como el torrente sanguíneo. Este estudio resalta que las células cancerosas "recuerdan" haber estado en condiciones de escaso oxígeno. Incluso al trasladarse a zonas con más oxígeno, continúan produciendo ciertos genes que les ayudan a sobrevivir y propagarse a otras partes del cuerpo.
El estudio destaca genes importantes, como el MUC1, que ayudan al cáncer a adaptarse. MUC1 merece atención ya que actualmente se está probando en ensayos clínicos, lo que indica que podría ser un objetivo crucial para prevenir la propagación del cáncer. Comprender cómo MUC1 y otros genes ayudan a las células cancerosas a lidiar con las especies reactivas de oxígeno (ROS) es esencial para saber cómo el cáncer sobrevive en distintas áreas del cuerpo.
En el estudio:
Utilizando la transcriptómica espacial, los científicos identificaron genes que se activan en las regiones tumorales con falta de oxígeno. Descubrieron que un subconjunto de estos genes permanece activo incluso cuando las células cancerosas llegan a áreas con abundante oxígeno. Entre estos, el gen MUC1 fue destacado como esencial, en particular en formas agresivas de cáncer de mama.
Comprender cómo los bajos niveles de oxígeno (hipoxia) afectan el cáncer puede ser clave para desarrollar tratamientos que detengan la enfermedad en etapas tempranas. Al centrarse en genes como MUC1, podríamos impedir que el cáncer sobreviva en condiciones de baja oxigenación. Esto podría reducir el riesgo de que el cáncer se propague, especialmente en casos como el cáncer de mama triple negativo, que a menudo recurre.
Este estudio resalta las diferencias entre los modelos de laboratorio y los tumores humanos reales. En los laboratorios, la actividad genética suele volver a la normalidad cuando se añade oxígeno, a diferencia de los cambios duraderos que ocurren en los tumores vivos. Esta disparidad subraya la importancia de desarrollar tratamientos que aborden las condiciones de bajo oxígeno comunes en muchos tumores humanos.
Comprender el comportamiento del cáncer en áreas con bajo oxígeno es crucial para seguir su desarrollo. La investigación y los ensayos clínicos en curso, como los que involucran a MUC1, brindan esperanza para nuevos tratamientos contra el cáncer.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1038/s41467-024-51995-2y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Inês Godet, Harsh H. Oza, Yi Shi, Natalie S. Joe, Alyssa G. Weinstein, Jeanette Johnson, Michael Considine, Swathi Talluri, Jingyuan Zhang, Reid Xu, Steven Doctorman, Delma Mbulaiteye, Genevieve Stein-O’Brien, Luciane T. Kagohara, Cesar A. Santa-Maria, Elana J. Fertig, Daniele M. Gilkes. Hypoxia induces ROS-resistant memory upon reoxygenation in vivo promoting metastasis in part via MUC1-C. Nature Communications, 2024; 15 (1) DOI: 10.1038/s41467-024-51995-2Compartir este artículo